sábado, 3 de noviembre de 2007

Margarita, un hámster transexual

Hace apenas una semana fuimos a la veterinaria porque nuestra querida mascota Margaria no se veía ni olía bien. Luego de un examen exhaustivo la veterinaria nos sorprendió con la novedad de que Margarita tenía genitales masculinos.
-¿Pero nos dijeron que era nena? dijo mi hija.

- Bueno, si pero me equivoqué.
Salimos de la veterinaria algo más impactados por el pronóstico poco alentador sobre su salud y luego de un rato retomamos la charla sobre su nombre y condición sexual.

Malena dijo: -"A mi no me importa que tenga pito, para mi es Margarita igual y si ella se siente bien así y siempre me hizo caso con ese nombre yo no se lo cambio. Total a ella le gusta."
Además agregó -"Y no le digas que es varón porque no le va a gustar".

Le dije que me parecía bien su decisión y pensé cuánto más comprensivos, desprejuiciados y sabios son los niños en muchas oportunidades.
Cuando del amor en sus distintas formas se trata: ¿Acaso importa el sexo biológico o los caracteres sexuales secundarios?
Parece que algo tan sencillo como esto, que es comprendido con facilidad por un niño de seis años, cuesta hacércelo entender a veces al común de la gente y hasta a facultativos que ponen por delante prejuicios cuando se trata de reconocer que no todos somos iguales y que tenemos el derecho y la obligación del respeto por las diferencias.
Y mi reflexión va porque en el último tiempo se escucha muy seguido que el psicoanálisis está desactualizado, que ya no sirve, que no es para esta época, que Freud se equivocó. Pero creo que si bien en algunas ocasiones las teorías o algunos aspectos de las mismas pierden actualidad y eficacia, en el caso del psicoanálsis lo que sigue teniendo una actualidad revolucionaria es la concepción de la sexualidad no ligada a la genitalidad y a la determinación biológica. Creo que este aspecto del pensamiento freudiano tiene vigencia y sigue espantando a todos aquellos que piensan en lo normativo del sexo partiendo sólo del sustrato biológico.
Por suerte nuestra Margarita mientras vivió estuvo muy lejos de estos prejuicios y hoy descansa en paz.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Dale un besote de mi parte a Male.

Diana F. Zalazar dijo...

Gracias Karpi y un beso para vos.

Unknown dijo...

QUE LINDA HISTORIA DIANA!!!...considero que los comentarios de Malena acerca de Margarita como vos bien decis, es un claro ejemplo de la conformacion de la sexualidad infantil, que como bien nos enseño Freud la sexualidad infantil lejos esta de pertenecer solo a lo genital, despues de todo para todos los que hacemos clinica desde el psicoanalisis nos es muy comun comprobar en el discurso de nuestros pacientes adultos que la sexualidad adulta SIEMPRE es una reedicion de la sexualidad infantil, beso a vos y a Charly y a la protagonista de esta historia Malena!.....Omar Fernandez

Diana F. Zalazar dijo...

Gracias Omar por pasar por aquí.